¿Quién desempañaria vidrios rotos?
Oh, alma fakir que vuelas y naufragas
en mosaicos de sangre coagulada
y en la voz de mi silencio
desbordante de metales oxidados,
de amor ceñido
y fermentado como un vino
bebido por piedras ignoradas.
¿Dónde estas, dulce asesina
de mi soledad,
princesa que latias al unisono
siglos atrás?
¿Mi viento huele a piel violeta
o solo palpito en vano
coleccionando penultimos segundos
de un detrimento sepultado?
Te busco pero me encuentro demasiado…
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